Después de vivir en Banfield, en 1932 la familia Cortázar compró un departamento en la calle Artigas, de la zona de Agronomía. Es un lugar que en la actualidad se denomina Barrio Rawson. Cortázar tenía dieciocho años. En esa casa, él tenía una habitación muy chica, y en el living estaban su escritorio y una biblioteca.
Ahí escuchó jazz por primera vez. Ahí empezó a tocar la trompeta. Escribió la mayoría de los cuentos de Bestiario, el libro que publicó en 1951, justo antes de irse a vivir a París. En ese lugar se quedó cada vez que volvió a Buenos Aires (desde Bolívar o Chivilcoy, o en cada visita que hizo una vez que ya se había ido a París).
Cortázar vivó en otros lugares (departamentos céntricos, la mayoría) ocasionalmente. Incluso, a veces alquilaba esos lugares mientras su familia y sus libros y discos permanecían en la casa de la calle Artigas.
Su madre acordó la venta de la casa en 1977. Como él vivía en Francia y la dictadura no le permitía el ingreso al país, el trámite fue largo y engorroso. Recién en 1981 se aceptó legalmente un poder que Cortázar envió desde París para completar la venta. A pesar de que la inflación y las reformas financieras del entonces ministro de Economía de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz, habían disparado el precio de la propiedad, Julio Cortázar decidió venderla en los mismos términos en que se había acordado la operación cuatro años antes.