Avenida Rivadavia al 7100

En esa cuadra estaba la librería de José Prata, donde Roberto Arlt compraba o alquilaba libros, como él mismo recuerda en una crónica periodística: “La de Prata es la más simpática de Flores. ¿Por qué? No lo sé. Pero si alguien le hubiera dicho a Prata hace 14 años que el chico que le vendía libros para comprar paquetes de cigarrillos, escribiría la historia de su librería, Prata no lo hubiera creído… y yo tampoco (…) Y allí iba ya Nalé Roxlo, que más tarde sería gran poeta, y que vendía los libros de su biblioteca por una caja de cigarrillos. Yo, que pedía novelas prestadas, y las ‘reducía’ luego para comprar cigarrillos o también otros libros que en las estanterías de la librería eran una tentación”. Muy probablemente es en esa misma cuadra donde, en El juguete rabioso, un joven Silvio Astier, de catorce años, se inició “en los deleites y afanes de la literatura bandoleresca con un viejo zapatero andaluz que tenía su comercio de remendón junto a una ferretería de fachada verde y blanca, en el zaguán de una casa antigua en la calle Rivadavia entre Sud América y Bolivia”. La calle Sudamérica es la actual Artigas.