“El puerto es un punto de referencia ineludible en la vida de Gombrowicz. Por allí ingresó a la Argentina el 21 de agosto de 1939, a bordo del transatlántico Chrobry, y por allí dejó el país el 8 de abril de 1963, cuando se subió a la naviera italiana Federico Costa. Es, además, una locación sin la cual no podría existir su segunda novela, Trans-Atlántico, en la que narra sus peripecias al llegar a Buenos Aires, y la excusa perfecta para asentar su postura respecto a los nacionalismos.
Con motivo de su llegada, el diario La Nación publicó lo siguiente: “Entre los viajeros que llegaron en el Chrobry se encontraba (…) Witol (sic) Gombrowicz, un humorista moderno, de vasta cultura. Acaba de tener un éxito de resonancia con un folleto titulado ‘Ferdydurke’”.
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