Lavalle 777

Antes de ser el cine Ambassador, Lavalle 777 era la residencia de Manuel Anselmo Ocampo, abuelo de Victoria. Ese caserón de patios salpicados de magnolias era visitado con regularidad por los nietos que, con los años, configuraron un grupo asiduo de asistentes que ya no se reunía a correr y perseguirse por los pasillos y los patios, sino que convocaban a más gente, tocaban música y bailaban tango. Dice Victoria Ocampo: “Todos los jueves, lloviera o tronara, entraba en casa, seguido por sus acompañantes, el Pibe de la Paternal (Osvaldo Fresedo). Se bailaba tango la tarde entera. Los campeones de estas memorables jornadas eran Ricardo Güiraldes (sin más celebridad que la que nosotros, sus amigos, sospechábamos que alcanzaría a tener) y Vicente Madero. Este último era un genio en la materia y no creo que nadie haya podido superarlo”.