Sin lugar a duda, esta es la vivienda más representativa de Victoria Ocampo en la ciudad de Buenos Aires. Los primeros bocetos, de Le Corbusier, datan de 1929, aunque la casa fue finalmente proyectada por Victoria Ocampo y construida por Alejandro Bustillo. Dice Victoria: “El arreglo de mi casa nueva me absorbió como jamás lo había hecho Tucumán”. Lo que parece una mera cuestión doméstica adquiere otro sentido si consideramos que, a través de la adopción de una arquitectura moderna para su casa, Ocampo irrumpió en la estética de sedas y oropeles de la alta sociedad porteña de la época y materializó el quiebre que su figura significaba para la moral de una época, todavía reticente a ver a una mujer dirigir y administrar por sí misma tanto sus posesiones como sus actividades. En esa casa viviría Ocampo una vez separada de su marido y cuando la relación con Martínez declinara; sería también sede de la revista Sur y el lugar en el que se celebrarían las visitas de los más renombrados colaboradores de la revista. Actualmente, y desde 2005, el edificio funciona como sede del Fondo Nacional de las Artes.