Biblioteca Nacional

Uhart no tuvo hijos. Quienes se encargaron de recopilar todos los papeles, folios, libros y manuscritos fueron Pia Bouzas y Eduardo Muslip, ambos escritores. Leopoldo Brizuela, quien estaba a cargo de rastrear archivos de escritores y otros artistas argentinos, facilitó que las numerosas cajas que dejó Uhart tengan un lugar en el archivo de la Biblioteca Nacional.

Se pueden encontrar libros subrayados, libretas sin fechar, papeles inéditos, cuadernos con planificaciones de clases. Mucho escrito a mano, nada parecido a un diario íntimo. Casi todo, dice Bouzas en una entrevista, era material de trabajo. Había también novelas breves completas, escritas entre el 85 y el 90, que salieron como tríptico bajo el título El amor es una cosa extraña. Y, no menor, pudieron rescatar archivos de computadora vía un técnico que guardaba backups de todos sus clientes.