En una casa racionalista de dos plantas transcurrieron, según la propia María Elena Walsh, “las horas más felices de mi adolescencia”. Córdova Iturburu (1899-1977) era un poeta, periodista y crítico de arte miembro del Partido Comunista Argentino hasta 1948, cuando lo expulsaron por apoyar un arte “desviacionista”. María Elena Walsh frecuentaba la casa porque era amiga íntima de la hija de “Policho” (como apodaban a Córdova) y Carmen de la Serna (tía del Che Guevara): la “Negrita” Carmen Córdova, compañera de charlas, rabonas, cantos y comidas improvisadas. Una casa frecuentada por escritores y artistas como Emilio Pettoruti, Ulyses Petit de Murat, Raúl González Tuñón o Norah Lange, y descripta por María Elena Walsh como “acogedora, llena de antiguos brillos y gastados libros, donde siempre sonaba un disco de Gardel”. Demolida alrededor de 2000, también era la base de largos paseos en barra por Belgrano, que incluían travesuras como tocar el timbre en la casa del escritor Enrique Larreta (hoy Museo), en Juramento 2291, y dejarle absurdos recados a los sirvientes que atendían la puerta.