Hebe Uhart murió el 11 de octubre de 2018, a los ochenta y un años. Adriana Hidalgo, una de las tantas editoriales en las que publicó, escribió como despedida: “Su escritura se abre al asombro por los misterios del mundo, de las relaciones, de lo que crece o decae, de lo que muda”.
Su muerte, o, más bien, su tumba, también es manifestación de su escritura y de los misterios, ya que está tapada de plantas de zapallo. En uno de sus cuentos más conocidos, “Guiando la hiedra”, Uhart se retrata como “un poco bruja”. Parte de sus plantas para hablar de la vida entera, una suerte de Aleph lindante con la avenida Rivadavia. Es, también, el cuento en donde manifiesta: “Entendí qué pasa con los que se mueren y con los que se van; vuelven en sueños”. Quizás sea eso la planta de zapallo que recubre la tumba: una forma de volver en sueños.