Hebe Uhart nació el 2 de diciembre de 1936 en Moreno, provincia de Buenos Aires. No se describía como campesina ni como urbana: era suburbana. Su madre era hija de italianos, sus abuelos paternos eran vascos y sus abuelos maternos, genoveses. En la casa no tenía acceso a la lectura, no fue estimulada a escribir, solo un primo le recomendó a Neruda, Guillén y Vallejo. Ahí, quizás, empezó el camino con la literatura.
Algo característico de Uhart es que nunca dejó de decir, en su currículum, que en los años setenta había sido maestra. Se tomaba el tren todos los días para ir de Puan a una escuela rural en el barrio Los cuatro vientos, y a otra en el centro de Moreno. Tomaba un colectivo hasta Once, el tren, y caminaba.
Por supuesto, las cosas no eran fáciles: en la estación de Moreno la esperaban policías con perros y ametralladoras. En la escuela no podía hablar con una chica, cuyo novio era teniente del ejército. Tenía una amiga con un novio militante. Uhart compraba El descamisado, una revista montonera en la que participó Osterheld, y viajó a Buenos Aires para ver a Perón.