Este sitio fundamental de la vida política de los argentinos marca el único golpe que sufrió la popularidad de María Elena Walsh. El 2 de abril de 1997, durante la segunda presidencia de Carlos Menem, el sindicato docente CTERA instaló una carpa frente al Congreso de la Nación para reclamar un aumento en los fondos destinados a la educación. La protesta se extendió en el tiempo debido a la falta de respuesta del gobierno, concitando la adhesión de muchos sectores, personalidades, alumnado y gente anónima. Luego de muchos meses, hacia fin de año, María Elena Walsh publicó una carta abierta a los maestros, donde criticaba la prolongación indefinida de la protesta y la transformación de la carpa en un escenario mediático. Sus palabras desilusionaron y ofendieron a muchos maestros, que no comprendían cómo podían provenir de la autora de las canciones con las que convivían a diario (y que tanto habían contribuido a difundir), de quien los había homenajeado con los versos de “Campana de palo”: “Soy la maestra argentina,/ segunda madre y obrera./ Mis niños andan descalzos,/ mi escuela es una tapera. (…) Soy la que enseña a sus hijos/ a venerar la bandera/ de este país generoso/ del corazón para afuera”.