“¿Te acordás, esa vez que lo llevamos a Puente Alsina y que Mastronardi lo tuteaba y él no comprendía las bromas?”. También Silvina recuerda cuando iban al Puente Alsina: “Durante años nos hemos paseado por uno de los lugares más sucios y lóbregos de Buenos Aires: el puente Alsina. Caminábamos por las calles llenas de barro y de piedras. Allí llevábamos a escritores amigos que venían de Europa o de Norteamérica, y hasta a argentinos a los que también queríamos. No había nada en el mundo como ese puente”. Lo que queda implícito en esas evocaciones es que iban en auto, y que el auto siempre lo manejaba Bioy porque ni Borges ni Silvina sabían manejar. ¿Le gustaría a Bioy el Puente Alsina? A diferencia de Borges y de Silvina, Bioy siempre había tenido contacto con el campo, con el paisaje rural, de manera que quizá nada le resultaría tan exótico ni novedoso. Tal vez se quedaría durmiendo en el auto, quién sabe.